El mundo de la nutrición deportiva está disfrutando en los últimos años de grandes avances en todo lo relativo a la investigación y desarrollo de nuevos productos. Cada vez hay más opciones disponibles para elegir, y las dietas tienen la posibilidad de contar con un grado de personalización máximo. No obstante, las partes altas de las listas de artículos más consumidos siguen estando ocupadas por suplementos que llevan mucho tiempo con nosotros.
El mejor ejemplo son las proteínas, una sustancia que acompaña a los deportistas desde los inicios de las especializaciones nutricionales y que a día de hoy, en uno de los momentos de más esplendor de esta disciplina, se mantiene como la joya de la corona. Es decir, lo que se ha ido consiguiendo es sacar al mercado productos muy especializados para necesidades muy específicas, pero la base de la suplementación alimenticia se ha mantenido estable, con sustancias cuya efectividad se ha comprobado con el paso del tiempo.
Salud muscular óptima
La fama de las proteínas está fuertemente sustentada por unas propiedades que parecen hechas pensando en los deportistas. Se trata de un macronutriente con muchas funciones en el organismo, pero que destaca por su papel fundamental en el mantenimiento de una salud muscular óptima.
Están compuestas por sustancias más pequeñas, llamadas aminoácidos, que al ser liberados y absorbidos por los procesos digestivos acuden directamente a los músculos. Allí, sus tareas son variadas, pero realmente todas se dirigen hacia un mismo objetivo: conseguir un rendimiento máximo.
El impacto de la actividad física recae con mucha fuerza sobre el sistema muscular, así que mantenerla en el mejor estado posible es vital para cualquier persona que quiera llevar un ritmo deportivo intenso. Las proteínas protegen, reparan, regeneran o nutren, según el momento y las necesidades concretas, logrando ser el aliado perfecto para el organismo antes, durante y después del ejercicio.
Una de las funciones más conocidas por cualquier consumidor de suplementos deportivos es la capacidad de las proteínas para acortar los tiempos de recuperación necesarios entre un entrenamiento y otro. Esto se debe al poder reparador de los aminoácidos, que son capaces de devolver un estado óptimo a las fibras y tejidos que se han visto dañadas como resultado de una práctica deportiva intensa.
De la misma manera, si la cantidad ingerida es alta, habrá más aminoácidos disponibles que fibras y tejidos musculares en mal estado; es decir, la reparación antes explicada se llevará a cabo y, aun así, sobrarán nutrientes. Obviamente, las sustancias proteicas buscarán algo que hacer, y el resultado será un aumento en el volumen de masa magra que, bien acompañado por las sesiones físicas adecuadas, se traducirá en crecimiento muscular, uno de los objetivos más difíciles de alcanzar en el fitness.
En resumidas cuentas, y sin entrar en demasiados detalles técnicos, esas son las funciones directas de los suplementos proteicos. Pero hay que mencionar otra propiedad muy importante que tiene un carácter especial, porque sus beneficios se dan de forma indirecta. Está directamente relacionada con un proceso denominado ‘catabolismo’, que no es más que la búsqueda de fuentes de energía que realiza el organismo cuando no puede acudir a los depósitos principales. En otras palabras: cuando el cuerpo necesita energía, tiene unos almacenes de los que la puede extraer, pero si se agotan y la actividad física sigue adelante, existe la posibilidad de sacar energía mediante el metabolismo de otros nutrientes, aunque no tengan esa función.
Traducido a la vida del deportista, el catabolismo tiene como consecuencia la pérdida de masa muscular, sobre todo cuando se llevan a cabo dietas bajas en carbohidratos, que son las sustancias encargadas de aportar energía. Al acabarse sus reservas, el organismo recurre a los músculos, transformando algunas de sus células en el extra energético necesario. De esta manera, se corre el riesgo de que su volumen se vea afectado, y es ahí donde entran las proteínas. Gracias a ellas, el sistema muscular tiene un nivel de nutrientes tan elevado que no importa que algunos de ellos se eliminen para ser transformados en energía, ya que siempre habrá suficientes para que sus fibras y tejidos sigan creciendo y aumentando su rendimiento.
La venta de proteínas online y su variedad
Con el auge de la compra de todo tipo de bienes a través de Internet, el mundo de la suplementación deportiva ha experimentado una mejora espectacular. Debido a la dificultad que existe a la hora de encontrar productos específicos en las tiendas convencionales, las páginas web han aportado una solución fácil, rápida y cómoda.
La venta de proteínas online ha logrado poner al alcance de tu mano la enorme variedad de artículos que existen. Así, en una misma tienda se pueden encontrar proteínas en polvo; proteínas procedentes de animales diversos, cada una con sus características; proteínas vegetales para los vegetarianos y veganos; proteínas whey (de suero de leche) con fórmulas que hacen que sean aptas incluso para intolerantes a la lactosa; combinaciones con carbohidratos, minerales, vitaminas, etc.; y mucho más.
Con una formación adecuada o el asesoramiento de un profesional, el aumento de tu rendimiento deportivo se verá muy favorecido por las propiedades de este genial macronutriente. Además, y como ya se ha mencionado, existe la posibilidad de elegir según tus preferencias. Por ejemplo, todo aquel que no quiera ingerir ningún tipo de alimento animal podrá acudir a la proteína whey o a la vegetal, con la capacidad de escoger si quiere tomarlo en barrita, cápsulas o en batido, con la proteína en polvo.